Escuela española, finales siglo XVIII. “Santiago Matamoros”. Técnica mixta sobre pergamino. Medidas: 11,5 x 11 cm. En esta pintura sobre pergamino dedicada a enaltecer el triunfo de la fe cristiana, la figura de Santiago el Mayor exhibe su victoria cabalgando su corcel blanco, mientras que a sus pies yacen dos infieles vencidos. La media luna referencian su origen árabe. Es una composición simbólica que se repite en las escenas cristianas de triunfo sobre la herejía (como es el caso de Santiago Matamoros) o sobre el diablo (en el caso de San Jorge y el Dragón). Santiago alza su mano derecha y blande la espada con la que decapitó a 70000 infieles, un valeroso ataque que le valió el sobrenombre de «Matamoros». José González de Tejada, historiador del siglo XIX, narraba que cerca de Clavijo, La Rioja, en el año 844 d.C.: «... apareció Santiago sobre un fuerte y hermoso caballo blanco. A su vista se animaron briosos los cristianos y se amedrentaron tanto los infieles que, cobardes, volvieron las espaldas, huyendo desordenados, dejando el campo lleno de cadáveres moros y corriendo arroyos de su sangre que, se dice, llegaron hasta el río Ebro, que dista de aquel sitio dos leguas». Santiago de Zebedeo, también llamado Santiago el Mayor (5 a.C. – 44 d.C.) o Santiago Matamoros en España, fue uno de los apóstoles de Jesús, hermano del también apóstol Juan. Según las escrituras, fue uno de los primeros en recibir la llamada de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago Genesaret junto a su hermano. Fue testigo presencial privilegiado de la resurrección de la hija de Jairo, y uno de los discípulos más apreciados por Jesús. Así, estuvo presente en dos de los momentos más importantes de su ministerio: la transfiguración en el monte Tabor y la oración en el Huerto de los Olivos. También presenció la aparición de Cristo resucitado a orillas del lago de Tiberíades. Según una tradición medieval, tras el Pentecostés, cuando los apóstoles fueron enviados a la predicación, Santiago el Mayor marchó a Hispania para predicar el Evangelio, por lo que es considerado el santo patrón de España.
Escuela española, finales siglo XVIII. “Santiago Matamoros”. Técnica mixta sobre pergamino. Medidas: 11,5 x 11 cm. En esta pintura sobre pergamino dedicada a enaltecer el triunfo de la fe cristiana, la figura de Santiago el Mayor exhibe su victoria cabalgando su corcel blanco, mientras que a sus pies yacen dos infieles vencidos. La media luna referencian su origen árabe. Es una composición simbólica que se repite en las escenas cristianas de triunfo sobre la herejía (como es el caso de Santiago Matamoros) o sobre el diablo (en el caso de San Jorge y el Dragón). Santiago alza su mano derecha y blande la espada con la que decapitó a 70000 infieles, un valeroso ataque que le valió el sobrenombre de «Matamoros». José González de Tejada, historiador del siglo XIX, narraba que cerca de Clavijo, La Rioja, en el año 844 d.C.: «... apareció Santiago sobre un fuerte y hermoso caballo blanco. A su vista se animaron briosos los cristianos y se amedrentaron tanto los infieles que, cobardes, volvieron las espaldas, huyendo desordenados, dejando el campo lleno de cadáveres moros y corriendo arroyos de su sangre que, se dice, llegaron hasta el río Ebro, que dista de aquel sitio dos leguas». Santiago de Zebedeo, también llamado Santiago el Mayor (5 a.C. – 44 d.C.) o Santiago Matamoros en España, fue uno de los apóstoles de Jesús, hermano del también apóstol Juan. Según las escrituras, fue uno de los primeros en recibir la llamada de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago Genesaret junto a su hermano. Fue testigo presencial privilegiado de la resurrección de la hija de Jairo, y uno de los discípulos más apreciados por Jesús. Así, estuvo presente en dos de los momentos más importantes de su ministerio: la transfiguración en el monte Tabor y la oración en el Huerto de los Olivos. También presenció la aparición de Cristo resucitado a orillas del lago de Tiberíades. Según una tradición medieval, tras el Pentecostés, cuando los apóstoles fueron enviados a la predicación, Santiago el Mayor marchó a Hispania para predicar el Evangelio, por lo que es considerado el santo patrón de España.
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