Escuela española o novohispana, s.XVII. "San Jerónimo". Óleo sobre lienzo (original). Marco del siglo XIX. Presenta algunas faltas. Medidas: 124,5 x 100 cm.; 132,5 x 111 cm.(marco). Durante el barroco, época en la que se fecha esta pintura, la representación de San Jerónimo fue una temática recurrente. El patrón iconográfico, sin embargo, ya había sido establecido desde época renacentista. Aquí están presentes todos los elementos característicos: el santo, envuelto en su manto rojo, se arrodilla ante un crucifijo al tiempo que la trompeta celestial se le acerca por detrás. El león postrado a sus pies alude a la anécdota recogida en la “Leyenda Dorada”: se narra que un día, cuando explicaba la Biblia a los monjes de su convento, vio llegar a un león que cojeaba. Le extrajo la espina de la pata, y desde entonces lo mantuvo a su servicio, encargándole que cuidase de su asno mientras pacía. Unos mercaderes robaron el asno, y el león lo recuperó, devolviéndoselo al santo sin herir al animal. La escena destaca por el uso de luces contrastadas, por el naturalismo impreso en el rostro del santo y la teatralidad barroca impresa en el rompimiento de gloria. Uno de los cuatro grandes Doctores de la Iglesia Latina, san Jerónimo nació cerca de Aquilea (Italia) en el año 347. Formado en Roma, fue un retórico consumado, además de políglota. Bautizado a los diecinueve años de edad, entre los años 375 y 378 se retiró al desierto de Siria para llevar una existencia de anacoreta. Regresó a Roma en el 382 y se convirtió en colaborador del papa Dámaso. Una de las representaciones más frecuentes de este santo es su penitencia en el desierto.
Escuela española o novohispana, s.XVII. "San Jerónimo". Óleo sobre lienzo (original). Marco del siglo XIX. Presenta algunas faltas. Medidas: 124,5 x 100 cm.; 132,5 x 111 cm.(marco). Durante el barroco, época en la que se fecha esta pintura, la representación de San Jerónimo fue una temática recurrente. El patrón iconográfico, sin embargo, ya había sido establecido desde época renacentista. Aquí están presentes todos los elementos característicos: el santo, envuelto en su manto rojo, se arrodilla ante un crucifijo al tiempo que la trompeta celestial se le acerca por detrás. El león postrado a sus pies alude a la anécdota recogida en la “Leyenda Dorada”: se narra que un día, cuando explicaba la Biblia a los monjes de su convento, vio llegar a un león que cojeaba. Le extrajo la espina de la pata, y desde entonces lo mantuvo a su servicio, encargándole que cuidase de su asno mientras pacía. Unos mercaderes robaron el asno, y el león lo recuperó, devolviéndoselo al santo sin herir al animal. La escena destaca por el uso de luces contrastadas, por el naturalismo impreso en el rostro del santo y la teatralidad barroca impresa en el rompimiento de gloria. Uno de los cuatro grandes Doctores de la Iglesia Latina, san Jerónimo nació cerca de Aquilea (Italia) en el año 347. Formado en Roma, fue un retórico consumado, además de políglota. Bautizado a los diecinueve años de edad, entre los años 375 y 378 se retiró al desierto de Siria para llevar una existencia de anacoreta. Regresó a Roma en el 382 y se convirtió en colaborador del papa Dámaso. Una de las representaciones más frecuentes de este santo es su penitencia en el desierto.
Try LotSearch and its premium features for 7 days - without any costs!
Be notified automatically about new items in upcoming auctions.
Create an alert