Escuela flamenca del siglo XVI. Seguidor de JOACHIM PATINIR (Dinant, h. 1480-Amberes, 1524). “El sueño de Jacob”. Óleo sobre tabla de roble del siglo XVI. Medidas: 63 x 78 cm; 74 x 89 cm (marco). El autor de la tabla que nos ocupa, próxima a las directrices pictóricas de Joachim Patinir, nos brinda la escena del sueño de Jacob. Cuenta el relato del Génesis que Jacob salió de Berseba en dirección a Jarán. Casualmente llegó a un lugar y se quedó allí a pernoctar, porque ya se había puesto el sol. Cogió de allí mismo una piedra, se la colocó a guisa de almohada y se echó a dormir en aquel lugar. Y tuvo un sueño: Una escalinata apoyada en la tierra con la cima tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba en pie sobre ella y dijo: «Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abrahán y el Dios de Isaac. La tierra sobre la que estás acostado, te la daré a ti y a tu descendencia. Tu descendencia se multiplicará como el polvo de la tierra, y ocuparás el oriente y el occidente, el norte y el sur; y todas las naciones del mundo se llamarán benditas por causa tuya y de tu descendencia. Yo estoy contigo; yo te guardaré dondequiera que vayas, y te volveré a esta tierra y no te abandonaré hasta que cumpla lo que he prometido.» Cuando Jacob despertó, dijo: «Realmente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.» Y, sobrecogido, añadió: «Qué terrible es este lugar; no es sino la casa de Dios y la puerta del cielo.» Joachim Patinir está considerado como el primer paisajista flamenco. En este género, sus trabajos se caracterizan por un alto horizonte, que deja ver mucho terreno, montañas rocosas puntiagudas y fantásticas, mezclando lo real con lo simbólico, y con el uso de los temas como mero pretexto para mostrar estas vistas (anticipando así el paisaje como un género independiente). Al principio su estilo estuvo influido por El Bosco y, en menor medida al parecer, Gérard David. Es posible que trabajara primero en Brujas, donde tomaría contacto con la obra de Gérard David. Al igual que este maestro, está citado en 1515 en Amberes, trabajando como maestro. Aquí conocería a Alberto Durero, iniciando su amistad. Colaboraría con su amigo Quinten Massys en ciertos trabajos. Alcanzaría gran fama, especialmente en el final de su trayectoria, por su ejecución y su creatividad, sobre todo. Su trabajo se conserva sólo en algunas colecciones privadas de importancia, y en ciertas instituciones como el Museo del Prado de Madrid, el Staatliche Kunsthalle de Karlsruhe, en el Koninklijk Museum voor Schone Kunsten de Amberes, el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), el Museo del Hermitage de San Petersburgo, el Museo del Louvre de París, etc.
Escuela flamenca del siglo XVI. Seguidor de JOACHIM PATINIR (Dinant, h. 1480-Amberes, 1524). “El sueño de Jacob”. Óleo sobre tabla de roble del siglo XVI. Medidas: 63 x 78 cm; 74 x 89 cm (marco). El autor de la tabla que nos ocupa, próxima a las directrices pictóricas de Joachim Patinir, nos brinda la escena del sueño de Jacob. Cuenta el relato del Génesis que Jacob salió de Berseba en dirección a Jarán. Casualmente llegó a un lugar y se quedó allí a pernoctar, porque ya se había puesto el sol. Cogió de allí mismo una piedra, se la colocó a guisa de almohada y se echó a dormir en aquel lugar. Y tuvo un sueño: Una escalinata apoyada en la tierra con la cima tocaba el cielo. Ángeles de Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba en pie sobre ella y dijo: «Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abrahán y el Dios de Isaac. La tierra sobre la que estás acostado, te la daré a ti y a tu descendencia. Tu descendencia se multiplicará como el polvo de la tierra, y ocuparás el oriente y el occidente, el norte y el sur; y todas las naciones del mundo se llamarán benditas por causa tuya y de tu descendencia. Yo estoy contigo; yo te guardaré dondequiera que vayas, y te volveré a esta tierra y no te abandonaré hasta que cumpla lo que he prometido.» Cuando Jacob despertó, dijo: «Realmente el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.» Y, sobrecogido, añadió: «Qué terrible es este lugar; no es sino la casa de Dios y la puerta del cielo.» Joachim Patinir está considerado como el primer paisajista flamenco. En este género, sus trabajos se caracterizan por un alto horizonte, que deja ver mucho terreno, montañas rocosas puntiagudas y fantásticas, mezclando lo real con lo simbólico, y con el uso de los temas como mero pretexto para mostrar estas vistas (anticipando así el paisaje como un género independiente). Al principio su estilo estuvo influido por El Bosco y, en menor medida al parecer, Gérard David. Es posible que trabajara primero en Brujas, donde tomaría contacto con la obra de Gérard David. Al igual que este maestro, está citado en 1515 en Amberes, trabajando como maestro. Aquí conocería a Alberto Durero, iniciando su amistad. Colaboraría con su amigo Quinten Massys en ciertos trabajos. Alcanzaría gran fama, especialmente en el final de su trayectoria, por su ejecución y su creatividad, sobre todo. Su trabajo se conserva sólo en algunas colecciones privadas de importancia, y en ciertas instituciones como el Museo del Prado de Madrid, el Staatliche Kunsthalle de Karlsruhe, en el Koninklijk Museum voor Schone Kunsten de Amberes, el Kunsthistorisches Museum de Viena, el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), el Museo del Hermitage de San Petersburgo, el Museo del Louvre de París, etc.
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