Beschreibung:

Es­cue­la fla­men­ca; siglo XVII. “Simón de Ci­re­ne ayuda a Jesús a car­gar la Cruz”. Óleo sobre cobre. Pre­sen­ta leves re­pin­tes. Posee marco del siglo XIX con leves fal­tas en la talla. Me­di­das: 54 x 44 cm; 61 x 51 cm (marco). Esta dra­má­ti­ca es­ce­na re­pre­sen­ta uno de los mo­men­tos de la Pa­sión de Cris­to: Jesús que se di­ri­ge, con la cruz en la que será ajus­ti­cia­do, ca­mino del monte Cal­va­rio, cae aba­ti­do por el peso de la cruz. Junto a él, una gran mul­ti­tud con­tem­pla la es­ce­na, unos sin com­pa­sión por la fi­gu­ra de Cris­to, y otros apia­da­dos de él, como por ejem­plo Simón de Ci­re­ne, que se sitúa en la zona tra­se­ra del tra­ve­sa­ño sos­te­nien­do la ma­de­ra, para poder ayu­dar a Jesús. Ago­ta­das las fuer­zas por la san­gre per­di­da en la fla­ge­la­ción, de­bi­li­ta­do por los su­fri­mien­tos fí­si­cos y mo­ra­les que le ha­bían in­frin­gi­do la noche an­te­rior, y sin haber dor­mi­do, Jesús ape­nas pudo dar al­gu­nos pasos y pron­to cayó bajo el peso de la cruz. Se su­ce­die­ron en­ton­ces los gol­pes e im­pre­ca­cio­nes de los sol­da­dos, las risas ex­pec­tan­tes del pú­bli­co. El Me­sías, con toda la fuer­za de su vo­lun­tad y a em­pe­llo­nes, logró le­van­tar­se para se­guir su ca­mino. Según las in­ter­pre­ta­cio­nes teo­ló­gi­cas, Jesús nos in­vi­ta con sus actos a car­gar con nues­tra cruz y a se­guir­le, nos en­se­ña aquí que tam­bién no­so­tros po­de­mos caer, y que hemos de com­pren­der a los que caen; que nin­guno debe que­dar pos­tra­do, todos hemos de le­van­tar­nos con hu­mil­dad y con­fian­za bus­can­do su ayuda y per­dón.