Escuela granadina; segunda mitad del siglo XVII. “Ángeles”. Óleo sobre lienzo. Presenta pérdidas sobre la capa pictórica, repintes y arañazos de época posterior. Medidas: 61 x 43 cm; 67 x 48 cm (marco). Dos ángeles protagonizan esta imagen devocional que destaca por la sutiliza de las pinceladas y la vaporosidad atmosférica que consigue el artista con la aplicación de tonalidades ocres y un acabado pictórico abierto. Uno de los ángeles de mayor edad, se ubica en primer plano en la zona derecha, acurrucado sobre si mismo, el protagonista evita la mirada del espectador a quien se presenta de un modo reflexivo. En un segundo plano, un pequeño querubín asoma su infantil rostro aportando a la escena dinamismo y expresividad. Dada la importancia otorgada a la imagen religiosa en el mundo hispánico, durante el siglo XVII se crearon ambiciosas series pictóricas y amplios programas iconográficos para iglesias y conventos, además de estampas impresas, medallas y relicarios destinados a la devoción privada. En su conjunto, sin importar su dimensión o soporte, estas imágenes cumplían con el objetivo de sacralizar la vida cotidiana más allá de los altares. Respecto a la escuela granadina vuelto Alonso Cano a Granada, en 1652, atrajo hacia sí a todos los artistas. Casi se podría decir que los rasgos que caracterizan a la escuela son los rasgos de su estilo. Se impone así, en todos, la búsqueda de lo ideal y elegante en los tipos, la huida de lo realista y de la escena de género, prestando poca atención al retrato y casi ninguna al bodegón. Abundan también en todos las ricas entonaciones de color, con concretas preferencias de paleta, como el empleo del asfalto.
Escuela granadina; segunda mitad del siglo XVII. “Ángeles”. Óleo sobre lienzo. Presenta pérdidas sobre la capa pictórica, repintes y arañazos de época posterior. Medidas: 61 x 43 cm; 67 x 48 cm (marco). Dos ángeles protagonizan esta imagen devocional que destaca por la sutiliza de las pinceladas y la vaporosidad atmosférica que consigue el artista con la aplicación de tonalidades ocres y un acabado pictórico abierto. Uno de los ángeles de mayor edad, se ubica en primer plano en la zona derecha, acurrucado sobre si mismo, el protagonista evita la mirada del espectador a quien se presenta de un modo reflexivo. En un segundo plano, un pequeño querubín asoma su infantil rostro aportando a la escena dinamismo y expresividad. Dada la importancia otorgada a la imagen religiosa en el mundo hispánico, durante el siglo XVII se crearon ambiciosas series pictóricas y amplios programas iconográficos para iglesias y conventos, además de estampas impresas, medallas y relicarios destinados a la devoción privada. En su conjunto, sin importar su dimensión o soporte, estas imágenes cumplían con el objetivo de sacralizar la vida cotidiana más allá de los altares. Respecto a la escuela granadina vuelto Alonso Cano a Granada, en 1652, atrajo hacia sí a todos los artistas. Casi se podría decir que los rasgos que caracterizan a la escuela son los rasgos de su estilo. Se impone así, en todos, la búsqueda de lo ideal y elegante en los tipos, la huida de lo realista y de la escena de género, prestando poca atención al retrato y casi ninguna al bodegón. Abundan también en todos las ricas entonaciones de color, con concretas preferencias de paleta, como el empleo del asfalto.
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