Escuela novohispana; segunda mitad del siglo XVIII. “Virgen de la Merced”. Óleo sobre lienzo pegado a tabla. Presenta repintes. Posee marco del siglo XIX. Medidas: 20 x 15 cm; 41 x 37 cm (marco). Inscrita en una orla se puede apreciar la figura entronizada de La Virgen, inscrita en un dorado rompimiento de gloria. La protagonista aparece vestida de blanco, sosteniendo un escapulario de la orden de los mercedarios, escudo que también se encuentra en los escapularios que sostiene el Niño Jesús. En cuanto a la figura del Niño Jesús, esta se presenta sentado sobre el regazo de la Virgen con túnica roja, en alusión al momento de la Pasión. La Virgen de la Merced es una advocación mariana de la Virgen María, cuya devoción tiene su origen en Cataluña. En torno a ella fue fundada la Orden de la Merced, iniciada por san Pedro Nolasco a principios del siglo XIII. Precisamente fueron los monjes mercedarios quienes extendieron su culto por España, Francia e Italia a partir de esa fecha. La iconografía para las representaciones de la Virgen de la Merced adquiere su forma definitiva en el siglo XVI, y consiste en el hábito mercedario con túnica, escapulario y capa, todo en color blanco, con el escudo mercedario en el pecho. Suele aparecer tocada con corona de reina, y también con el cetro en la mano derecha.
Escuela novohispana; segunda mitad del siglo XVIII. “Virgen de la Merced”. Óleo sobre lienzo pegado a tabla. Presenta repintes. Posee marco del siglo XIX. Medidas: 20 x 15 cm; 41 x 37 cm (marco). Inscrita en una orla se puede apreciar la figura entronizada de La Virgen, inscrita en un dorado rompimiento de gloria. La protagonista aparece vestida de blanco, sosteniendo un escapulario de la orden de los mercedarios, escudo que también se encuentra en los escapularios que sostiene el Niño Jesús. En cuanto a la figura del Niño Jesús, esta se presenta sentado sobre el regazo de la Virgen con túnica roja, en alusión al momento de la Pasión. La Virgen de la Merced es una advocación mariana de la Virgen María, cuya devoción tiene su origen en Cataluña. En torno a ella fue fundada la Orden de la Merced, iniciada por san Pedro Nolasco a principios del siglo XIII. Precisamente fueron los monjes mercedarios quienes extendieron su culto por España, Francia e Italia a partir de esa fecha. La iconografía para las representaciones de la Virgen de la Merced adquiere su forma definitiva en el siglo XVI, y consiste en el hábito mercedario con túnica, escapulario y capa, todo en color blanco, con el escudo mercedario en el pecho. Suele aparecer tocada con corona de reina, y también con el cetro en la mano derecha.
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