Escuela toledana; circa 1620. “Ecce Homo”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta faltas y repintes. Medidas: 96 x 77 cm; 114 x 94 cm (marco). Escena devocional en la cual se representa la temática religiosa alusiva al Ecce Homo. Se trata de una obra que abandona la representación tradicional de dicha temática, ya que evita la sobriedad pictórica y la concepción de Cristo, retratado de medio cuerpo. En esta pintura se aprecia la figura de Jesús en el centro, inscrita en un rompimiento de gloria que destaca por su tonalidad brillante y dorada. De pie y en lugar preponderante de la composición, Jesús, muestra al fiel su sufrimiento portando la corona de espinas y conservando la cuerda con la que le han atado los soldados romanos. Sin embargo, no está solo en su sufrimiento, a su lado se encuentra todo un cortejo formado por ángeles. Dos a cada lado de Jesús, sosteniendo su manto. Esta composición abierta al espectador y cóncava es una característica propia de la escuela toledana. El tema del Ecce Homo pertenece al ciclo de la Pasión, y precede inmediatamente al episodio de la Crucifixión. Siguiendo esta iconografía, se presenta a Jesús en el momento en que los soldados se burlan de él, tras coronarle de espinas, vestirle con una túnica púrpura y colocarle una caña en la mano, arrodillándose y exclamando “¡Salve, rey de los judíos!”. Las palabras “Ecce Homo” son las pronunciadas por Pilatos al presentar a Cristo ante la multitud; su traducción es “he aquí el hombre”, frase mediante la cual se mofa de Jesús y da a entender que el poder de Cristo no era tal frente al de los dirigentes que allí le estaban juzgando. La escuela toledana se caracteriza por el uso de las composiciones tranquilas y sobrias, concebidas con gran claridad como en este caso, además como es propio de la escuela barroca española, la escena está trabajada con gran atención a los detalles, habiendo el pintor tratado con precisión y minuciosidad los elementos anecdóticos que aportan narratividad a la escena. Durante el siglo XVI y el siglo XVII en Toledo confluyeron distintas corrientes artísticas que cristalizaron a lo largo del siglo XVII. Una de ellas fue la introducida por los pintores italianos que trabajaron en el Escorial. Además, en Toledo se creó una escuela pictórica con identidad propia.
Escuela toledana; circa 1620. “Ecce Homo”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta faltas y repintes. Medidas: 96 x 77 cm; 114 x 94 cm (marco). Escena devocional en la cual se representa la temática religiosa alusiva al Ecce Homo. Se trata de una obra que abandona la representación tradicional de dicha temática, ya que evita la sobriedad pictórica y la concepción de Cristo, retratado de medio cuerpo. En esta pintura se aprecia la figura de Jesús en el centro, inscrita en un rompimiento de gloria que destaca por su tonalidad brillante y dorada. De pie y en lugar preponderante de la composición, Jesús, muestra al fiel su sufrimiento portando la corona de espinas y conservando la cuerda con la que le han atado los soldados romanos. Sin embargo, no está solo en su sufrimiento, a su lado se encuentra todo un cortejo formado por ángeles. Dos a cada lado de Jesús, sosteniendo su manto. Esta composición abierta al espectador y cóncava es una característica propia de la escuela toledana. El tema del Ecce Homo pertenece al ciclo de la Pasión, y precede inmediatamente al episodio de la Crucifixión. Siguiendo esta iconografía, se presenta a Jesús en el momento en que los soldados se burlan de él, tras coronarle de espinas, vestirle con una túnica púrpura y colocarle una caña en la mano, arrodillándose y exclamando “¡Salve, rey de los judíos!”. Las palabras “Ecce Homo” son las pronunciadas por Pilatos al presentar a Cristo ante la multitud; su traducción es “he aquí el hombre”, frase mediante la cual se mofa de Jesús y da a entender que el poder de Cristo no era tal frente al de los dirigentes que allí le estaban juzgando. La escuela toledana se caracteriza por el uso de las composiciones tranquilas y sobrias, concebidas con gran claridad como en este caso, además como es propio de la escuela barroca española, la escena está trabajada con gran atención a los detalles, habiendo el pintor tratado con precisión y minuciosidad los elementos anecdóticos que aportan narratividad a la escena. Durante el siglo XVI y el siglo XVII en Toledo confluyeron distintas corrientes artísticas que cristalizaron a lo largo del siglo XVII. Una de ellas fue la introducida por los pintores italianos que trabajaron en el Escorial. Además, en Toledo se creó una escuela pictórica con identidad propia.
Try LotSearch and its premium features for 7 days - without any costs!
Be notified automatically about new items in upcoming auctions.
Create an alert