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Auction archive: Lot number 35290038

Se­gui­dor de FRAN­CIS­CO DE ZUR­BA­RÁN

Alta Época.
27 Apr 2022
Estimate
€5,000 - €6,000
ca. US$5,400 - US$6,481
Price realised:
n. a.
Auction archive: Lot number 35290038

Se­gui­dor de FRAN­CIS­CO DE ZUR­BA­RÁN

Alta Época.
27 Apr 2022
Estimate
€5,000 - €6,000
ca. US$5,400 - US$6,481
Price realised:
n. a.
Beschreibung:

Se­gui­dor de FRAN­CIS­CO DE ZUR­BA­RÁN (Fuen­te de Can­tos, Ba­da­joz, 1598 – Ma­drid, 1664). “San Juan Bau­tis­ta acom­pa­ña­do por un ángel”. Óleo sobre lien­zo. Me­di­das: 116 x 72 cm; 134 x 90 cm (marco). Ima­gen de ca­rác­ter so­brio en la que el autor re­co­ge la pre­sen­cia de dos fi­gu­ras úni­ca­men­te. En pri­mer plano un ángel arro­di­lla­do lleva su mano al pecho en ac­ti­tud pia­do­sa. Una pos­tu­ra que re­cuer­da a el Ar­cán­gel Ga­ma­liel, que pintó Zur­ba­rán y que ac­tual­men­te per­te­ne­ce a la co­lec­ción del Museo Na­cio­nal de Co­lom­bia. Tras el ángel, si­tua­da de per­fil, se puede apre­ciar la fi­gu­ra de San Juan bau­tis­ta, con su ha­bi­tual tú­ni­ca roja, la piel de cor­de­ro y la fi­lac­te­ria. Los evan­ge­lios dicen de Juan el Bau­tis­ta que fue hijo del sa­cer­do­te Za­ca­rías y de Isa­bel, prima de la Vir­gen María. Se re­ti­ró muy joven al de­sier­to de Judea para lle­var una vida as­cé­ti­ca y pre­di­car la pe­ni­ten­cia, y re­co­no­ció en Jesús, que se hizo bau­ti­zar por él, al Me­sías anun­cia­do por los pro­fe­tas. Un año des­pués del bau­tis­mo de Cris­to, en el año 29, Juan fue arres­ta­do y en­car­ce­la­do por el te­trar­ca de Ga­li­lea He­ro­des An­ti­pas, cuyo ma­tri­mo­nio con He­ro­días, su so­bri­na y cu­ña­da, se había atre­vi­do a cen­su­rar. Fi­nal­men­te san Juan fue de­ca­pi­ta­do, y su ca­be­za en­tre­ga­da a Sa­lo­mé como pre­mio por sus her­mo­sas dan­zas. Este santo apa­re­ce en el arte cris­tiano con dos as­pec­tos di­fe­ren­tes: como niño, com­pa­ñe­ro de jue­gos de Jesús, y como adul­to, pre­di­ca­dor as­cé­ti­co. El san Juan adul­to que aquí vemos apa­re­ce ves­ti­do en el arte orien­tal con un sayo de piel de ca­me­llo, que en oc­ci­den­te se re­em­pla­zó con una piel de oveja que le deja los bra­zos, las pier­nas y una parte del torso des­nu­dos. El manto rojo que lleva a veces, así como en la es­ce­na de su in­ter­ce­sión en el Jui­cio Final, alude a su mar­ti­rio. En el arte bi­zan­tino se le re­pre­sen­ta como un ángel de gran­des alas, con su ca­be­za cor­ta­da en una ban­de­ja que sos­tie­ne en sus manos. Sin em­bar­go, sus atri­bu­tos en el arte oc­ci­den­tal son muy di­fe­ren­tes. El más fre­cuen­te es un cor­de­ro, que alude a Je­su­cris­to, y con fre­cuen­cia porta una cruz de cañas con una fi­lac­te­ria con la ins­crip­ción “Ecce Agnus Dei”. Por las ca­rac­te­rís­ti­cas téc­ni­cas la obra re­ci­be in­fluen­cia del es­ti­lo del obra­dor de Fran­cis­co de Zur­ba­rán. Se formó en Se­vi­lla, donde fue dis­cí­pu­lo de Pedro Díaz de Vi­lla­nue­va entre 1614 y 1617. En este pe­río­do ten­dría la oca­sión de co­no­cer a Pa­che­co y He­rre­ra, y de es­ta­ble­cer con­tac­tos con sus coe­tá­neos Ve­láz­quez y Cano, apren­di­ces como él en la Se­vi­lla de la época. Tras va­rios años de apren­di­za­je di­ver­so, Zur­ba­rán re­gre­só a Ba­da­joz sin so­me­ter­se al exa­men gre­mial se­vi­llano. Se es­ta­ble­ció en Lle­re­na entre 1617 y 1628, ciu­dad donde re­ci­bió en­car­gos tanto del mu­ni­ci­pio como de di­ver­sos con­ven­tos e igle­sias de Ex­tre­ma­du­ra. En 1629, por in­só­li­ta pro­po­si­ción del Con­se­jo Mu­ni­ci­pal, Zur­ba­rán se ins­ta­la de­fi­ni­ti­va­men­te en Se­vi­lla, ini­cián­do­se el de­ce­nio más pres­ti­gio­so de su ca­rre­ra. Re­ci­bió en­car­gos de todas las ór­de­nes re­li­gio­sas pre­sen­tes en An­da­lu­cía y Ex­tre­ma­du­ra, y fi­nal­men­te fue in­vi­ta­do a la corte en 1634, quizá a su­ge­ren­cia de Ve­láz­quez, para par­ti­ci­par en la de­co­ra­ción del salón gran­de del Buen Re­ti­ro. De re­gre­so a Se­vi­lla, Zur­ba­rán si­guió tra­ba­jan­do para la corte y para di­ver­sas ór­de­nes mo­nás­ti­cas. En 1658, pro­ba­ble­men­te mo­vi­do por las di­fi­cul­ta­des del mer­ca­do se­vi­llano, se tras­la­dó a Ma­drid. Fran­cis­co de Zur­ba­rán está re­pre­sen­ta­do en las pi­na­co­te­cas más im­por­tan­tes de todo el mundo, como el Museo del Prado, el Me­tro­po­li­tan de Nueva York, el Lou­vre, el Her­mi­ta­ge de San Pe­ters­bur­go o la Na­tio­nal

Auction archive: Lot number 35290038
Auction:
Datum:
27 Apr 2022
Auction house:
Setdart Auction House
Calle Aragó, 346
08009 Barcelona
Spain
admin@setdart.com
+34 93 246 32 41
Beschreibung:

Se­gui­dor de FRAN­CIS­CO DE ZUR­BA­RÁN (Fuen­te de Can­tos, Ba­da­joz, 1598 – Ma­drid, 1664). “San Juan Bau­tis­ta acom­pa­ña­do por un ángel”. Óleo sobre lien­zo. Me­di­das: 116 x 72 cm; 134 x 90 cm (marco). Ima­gen de ca­rác­ter so­brio en la que el autor re­co­ge la pre­sen­cia de dos fi­gu­ras úni­ca­men­te. En pri­mer plano un ángel arro­di­lla­do lleva su mano al pecho en ac­ti­tud pia­do­sa. Una pos­tu­ra que re­cuer­da a el Ar­cán­gel Ga­ma­liel, que pintó Zur­ba­rán y que ac­tual­men­te per­te­ne­ce a la co­lec­ción del Museo Na­cio­nal de Co­lom­bia. Tras el ángel, si­tua­da de per­fil, se puede apre­ciar la fi­gu­ra de San Juan bau­tis­ta, con su ha­bi­tual tú­ni­ca roja, la piel de cor­de­ro y la fi­lac­te­ria. Los evan­ge­lios dicen de Juan el Bau­tis­ta que fue hijo del sa­cer­do­te Za­ca­rías y de Isa­bel, prima de la Vir­gen María. Se re­ti­ró muy joven al de­sier­to de Judea para lle­var una vida as­cé­ti­ca y pre­di­car la pe­ni­ten­cia, y re­co­no­ció en Jesús, que se hizo bau­ti­zar por él, al Me­sías anun­cia­do por los pro­fe­tas. Un año des­pués del bau­tis­mo de Cris­to, en el año 29, Juan fue arres­ta­do y en­car­ce­la­do por el te­trar­ca de Ga­li­lea He­ro­des An­ti­pas, cuyo ma­tri­mo­nio con He­ro­días, su so­bri­na y cu­ña­da, se había atre­vi­do a cen­su­rar. Fi­nal­men­te san Juan fue de­ca­pi­ta­do, y su ca­be­za en­tre­ga­da a Sa­lo­mé como pre­mio por sus her­mo­sas dan­zas. Este santo apa­re­ce en el arte cris­tiano con dos as­pec­tos di­fe­ren­tes: como niño, com­pa­ñe­ro de jue­gos de Jesús, y como adul­to, pre­di­ca­dor as­cé­ti­co. El san Juan adul­to que aquí vemos apa­re­ce ves­ti­do en el arte orien­tal con un sayo de piel de ca­me­llo, que en oc­ci­den­te se re­em­pla­zó con una piel de oveja que le deja los bra­zos, las pier­nas y una parte del torso des­nu­dos. El manto rojo que lleva a veces, así como en la es­ce­na de su in­ter­ce­sión en el Jui­cio Final, alude a su mar­ti­rio. En el arte bi­zan­tino se le re­pre­sen­ta como un ángel de gran­des alas, con su ca­be­za cor­ta­da en una ban­de­ja que sos­tie­ne en sus manos. Sin em­bar­go, sus atri­bu­tos en el arte oc­ci­den­tal son muy di­fe­ren­tes. El más fre­cuen­te es un cor­de­ro, que alude a Je­su­cris­to, y con fre­cuen­cia porta una cruz de cañas con una fi­lac­te­ria con la ins­crip­ción “Ecce Agnus Dei”. Por las ca­rac­te­rís­ti­cas téc­ni­cas la obra re­ci­be in­fluen­cia del es­ti­lo del obra­dor de Fran­cis­co de Zur­ba­rán. Se formó en Se­vi­lla, donde fue dis­cí­pu­lo de Pedro Díaz de Vi­lla­nue­va entre 1614 y 1617. En este pe­río­do ten­dría la oca­sión de co­no­cer a Pa­che­co y He­rre­ra, y de es­ta­ble­cer con­tac­tos con sus coe­tá­neos Ve­láz­quez y Cano, apren­di­ces como él en la Se­vi­lla de la época. Tras va­rios años de apren­di­za­je di­ver­so, Zur­ba­rán re­gre­só a Ba­da­joz sin so­me­ter­se al exa­men gre­mial se­vi­llano. Se es­ta­ble­ció en Lle­re­na entre 1617 y 1628, ciu­dad donde re­ci­bió en­car­gos tanto del mu­ni­ci­pio como de di­ver­sos con­ven­tos e igle­sias de Ex­tre­ma­du­ra. En 1629, por in­só­li­ta pro­po­si­ción del Con­se­jo Mu­ni­ci­pal, Zur­ba­rán se ins­ta­la de­fi­ni­ti­va­men­te en Se­vi­lla, ini­cián­do­se el de­ce­nio más pres­ti­gio­so de su ca­rre­ra. Re­ci­bió en­car­gos de todas las ór­de­nes re­li­gio­sas pre­sen­tes en An­da­lu­cía y Ex­tre­ma­du­ra, y fi­nal­men­te fue in­vi­ta­do a la corte en 1634, quizá a su­ge­ren­cia de Ve­láz­quez, para par­ti­ci­par en la de­co­ra­ción del salón gran­de del Buen Re­ti­ro. De re­gre­so a Se­vi­lla, Zur­ba­rán si­guió tra­ba­jan­do para la corte y para di­ver­sas ór­de­nes mo­nás­ti­cas. En 1658, pro­ba­ble­men­te mo­vi­do por las di­fi­cul­ta­des del mer­ca­do se­vi­llano, se tras­la­dó a Ma­drid. Fran­cis­co de Zur­ba­rán está re­pre­sen­ta­do en las pi­na­co­te­cas más im­por­tan­tes de todo el mundo, como el Museo del Prado, el Me­tro­po­li­tan de Nueva York, el Lou­vre, el Her­mi­ta­ge de San Pe­ters­bur­go o la Na­tio­nal

Auction archive: Lot number 35290038
Auction:
Datum:
27 Apr 2022
Auction house:
Setdart Auction House
Calle Aragó, 346
08009 Barcelona
Spain
admin@setdart.com
+34 93 246 32 41
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