Escuela española; primera mitad del siglo XVIII. “Virgen”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta restauraciones. Medidas: 55 x 44 cm. Obra devocional que nos presenta a la Virgen María de busto, en primerísimo plano y captada a gran tamaño, ocupando la mayor parte de la superficie pictórica e incluso saliéndose de ella. Se trata de una figura monumental, trabajada con gran delicadeza y directamente iluminada por una luz clara y uniforme, de raíz clásica. María destaca sobre un fondo neutro, plano y oscuro, iluminado en torno a su rostro debido a la luminosidad que desprende su piel nacarada. La Virgen aparece vestida con túnica roja, alusiva a la Pasión de Cristo y a su propio dolor por la muerte de su Hijo, y manto azul, habitual en la iconografía mariana como símbolo de los conceptos de verdad y eternidad. Como símbolo de compasión y humildad, María se lleva las manos al pecho. Se trata de una imagen de gran belleza, en la que destaca especialmente un rostro idealizado pero naturalista, de grandes y expresivos ojos profundos, de párpados caídos, nariz larga y elegante y boca pequeña, fruncida en una sonrisa. Formalmente en esta obra domina la influencia del clasicismo romano-boloñés de Guido Reni quien fue sin lugar a dudas el mejor de los tres. Muy ligados a los Carracci y a la ciudad de Bolonia, todos tuvieron una trayectoria similar. Se forman en Bolonia con Denys Calvaert, para después pasar a la Academia degli Incamminati, dirigida por Ludovico Carraci. En 1600 Reni llega a Roma, donde trabajará, junto a Annibale Carracci en la Galería Farnesio. Su mejor periodo se inicia en estos años; en 1609, a la muerte de Annibale, Reni queda como cabeza de la escuela clasicista. En la ciudad será protegido por Scipione Borghese, futuro papa Pablo V, para quien el pintor realizará una de sus obras más importantes, “La Aurora” (Palacio Rospigliosi). En ella se va algo que será ya siempre característico del estilo de Reni, su admiración por la escultura antigua. A partir de las estatuas clásicas, desarrolla un ideal de belleza y perfección que será muy admirado por los pintores siguientes. En 1614 regresa a Bolonia definitivamente. El estilo de Reni evoluciona en una dirección clara, en un sentido cada vez más escultórico y frío, cada vez más plenamente clasicista. Su obra madura se caracterizará por una paleta fría, de reflejos plateados. Finalmente, desde los años treinta, su estilo se torna abocetado, con aspecto inacabado y tendencia hacia lo monocromático, de gran interés desde el punto de vista técnico además de formal.Actualmente Guido Reni está representado en las pinacotecas más importantes de todo el mundo, entre ellas el Museo del Prado, el Hermitage, el Louvre, etc.
Escuela española; primera mitad del siglo XVIII. “Virgen”. Óleo sobre lienzo. Reentelado. Presenta restauraciones. Medidas: 55 x 44 cm. Obra devocional que nos presenta a la Virgen María de busto, en primerísimo plano y captada a gran tamaño, ocupando la mayor parte de la superficie pictórica e incluso saliéndose de ella. Se trata de una figura monumental, trabajada con gran delicadeza y directamente iluminada por una luz clara y uniforme, de raíz clásica. María destaca sobre un fondo neutro, plano y oscuro, iluminado en torno a su rostro debido a la luminosidad que desprende su piel nacarada. La Virgen aparece vestida con túnica roja, alusiva a la Pasión de Cristo y a su propio dolor por la muerte de su Hijo, y manto azul, habitual en la iconografía mariana como símbolo de los conceptos de verdad y eternidad. Como símbolo de compasión y humildad, María se lleva las manos al pecho. Se trata de una imagen de gran belleza, en la que destaca especialmente un rostro idealizado pero naturalista, de grandes y expresivos ojos profundos, de párpados caídos, nariz larga y elegante y boca pequeña, fruncida en una sonrisa. Formalmente en esta obra domina la influencia del clasicismo romano-boloñés de Guido Reni quien fue sin lugar a dudas el mejor de los tres. Muy ligados a los Carracci y a la ciudad de Bolonia, todos tuvieron una trayectoria similar. Se forman en Bolonia con Denys Calvaert, para después pasar a la Academia degli Incamminati, dirigida por Ludovico Carraci. En 1600 Reni llega a Roma, donde trabajará, junto a Annibale Carracci en la Galería Farnesio. Su mejor periodo se inicia en estos años; en 1609, a la muerte de Annibale, Reni queda como cabeza de la escuela clasicista. En la ciudad será protegido por Scipione Borghese, futuro papa Pablo V, para quien el pintor realizará una de sus obras más importantes, “La Aurora” (Palacio Rospigliosi). En ella se va algo que será ya siempre característico del estilo de Reni, su admiración por la escultura antigua. A partir de las estatuas clásicas, desarrolla un ideal de belleza y perfección que será muy admirado por los pintores siguientes. En 1614 regresa a Bolonia definitivamente. El estilo de Reni evoluciona en una dirección clara, en un sentido cada vez más escultórico y frío, cada vez más plenamente clasicista. Su obra madura se caracterizará por una paleta fría, de reflejos plateados. Finalmente, desde los años treinta, su estilo se torna abocetado, con aspecto inacabado y tendencia hacia lo monocromático, de gran interés desde el punto de vista técnico además de formal.Actualmente Guido Reni está representado en las pinacotecas más importantes de todo el mundo, entre ellas el Museo del Prado, el Hermitage, el Louvre, etc.
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