Escuela española, s.XVII. "El ángel y la pastora". Óleo sobre lienzo. Necesita restauración y limpieza. Medidas: 76 x 57 cm.; 77 x 58 cm.(marco). Se representa en esta pintura un pasaje de inspiración bíblica probablemente relacionado con la Anunciación a los Pastores, aunque también presenta afinidades iconográficas con el tema de la Divina Pastora. El arcángel Gabriel, espíritu encarnado, se le aparece a una campesina acompañada de un niño pequeño que duerme plácidamente recostado junto a una roca. La túnica roja del ángel se agita con un viento suave que realza su condición etérea. Trabajado en escorzo, señala con su mano una dirección, que la joven habrá de seguir: posiblemente, el lugar del Nacimiento del Niño Jesús. Aunque no se trata de una representación convencional de la irrupción del ángel a los pastores dormidos, el gesto de la mano nos lleva a pensar en el pasaje bíblico. El claro de bosque que acoge a los personajes está representado siguiendo postulados barrocos, en tanto iluminación expresiva, fuertes contrastes lumínicos y cierta idealización de la naturaleza, en la que se aprecia claramente la influencia flamenca. La joven pastoras está envuelta en túnicas y capas cuyos drapeados han sido plasmados con intención naturalista. Su rostro, suavemente modelado por una luz cálida, ha sido levemente idealizado, como también el del niño durmiente. El pintor muestra especial destreza en la caracterización anatómica de las tres figuras, cinceladas mediante tenues virajes tonales. Un camino zigzaguea destrás de la escena, fugando la lejanía. Es éste un modo intuitivo de trabajar la profundidad, la perspectiva, sirviéndose sobre todo de una rica gama cromática, más que del dibujo, acorde con la tradición flamenca.
Escuela española, s.XVII. "El ángel y la pastora". Óleo sobre lienzo. Necesita restauración y limpieza. Medidas: 76 x 57 cm.; 77 x 58 cm.(marco). Se representa en esta pintura un pasaje de inspiración bíblica probablemente relacionado con la Anunciación a los Pastores, aunque también presenta afinidades iconográficas con el tema de la Divina Pastora. El arcángel Gabriel, espíritu encarnado, se le aparece a una campesina acompañada de un niño pequeño que duerme plácidamente recostado junto a una roca. La túnica roja del ángel se agita con un viento suave que realza su condición etérea. Trabajado en escorzo, señala con su mano una dirección, que la joven habrá de seguir: posiblemente, el lugar del Nacimiento del Niño Jesús. Aunque no se trata de una representación convencional de la irrupción del ángel a los pastores dormidos, el gesto de la mano nos lleva a pensar en el pasaje bíblico. El claro de bosque que acoge a los personajes está representado siguiendo postulados barrocos, en tanto iluminación expresiva, fuertes contrastes lumínicos y cierta idealización de la naturaleza, en la que se aprecia claramente la influencia flamenca. La joven pastoras está envuelta en túnicas y capas cuyos drapeados han sido plasmados con intención naturalista. Su rostro, suavemente modelado por una luz cálida, ha sido levemente idealizado, como también el del niño durmiente. El pintor muestra especial destreza en la caracterización anatómica de las tres figuras, cinceladas mediante tenues virajes tonales. Un camino zigzaguea destrás de la escena, fugando la lejanía. Es éste un modo intuitivo de trabajar la profundidad, la perspectiva, sirviéndose sobre todo de una rica gama cromática, más que del dibujo, acorde con la tradición flamenca.
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