Figura de Buda caminando; Tailandia, Periodo Sukhothai, siglos XIV-XV. Bronce con restos de policromía sobre peana de madera. Medidas: 63 x 22 x 25 cm; 12 cm (altura peana). Escultura de bulto redondo en bronce, de gran calidad, con restos de la policromía original, procedente de Tailandia, concretamente de la región de Sukhothai, y fechada entre los siglos XIV-XV. Se trata de un Sukhothai Walking Buddha, una tipología de Buda característica del arte tailandés del siglo XIII, correspondiente al periodo Sukhothai, etapa considerada como la edad dorada de la civilización tailandesa, la cual influyó dramáticamente en todos los otros períodos posteriores. La pieza que nos compete puede compararse con la conservada en el British Museum (número de registro: 1947,0514.1). La representación hunde sus raíces en la vida del propio Buda: después de renunciar a su vida temprana como príncipe, Buda pasó el resto de sus años como mendicante, enseñando por todo el norte de la India. Las imágenes tailandesas (a diferencia de lo que ocurrió en otros territorios que se focalizaron en la concepción de Buda como ser divino) presentaron una nueva imagen del Buda caminando entre la gente, enfatizando sus aspectos terrenales. En cuanto a su morfología, cabe mencionar como el estilo de escultura de Sukhothai es muy distintivo, con miembros largos y suaves, de gran corpulencia, una cara ovalada y un modelado suave de la ropa. La influencia de Sri Lanka es clara en la ushnisha en forma de llama que se ve en la cabeza de Buda. Así, nos encontramos frente a la figura de Buda caminando, en posición erguida y realizando un gesto de consuelo (abhayamudra) con su mano derecha. Una gasa pende de su brazo izquierdo y su cuerpo sinuoso está revestido de fina tela, representada con sutiles cincelados, distinguiéndose el cíngulo ceremonial. El peinado en moño es símbolo de meditación, de vida espiritual concentrada y de sabiduría. Encima del tocado, una llama simboliza la luz de la iluminación. Los párpados entornados son símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su similitud con los pétalos del loto, y completan un rostro sereno de sonrisa esbozada, símbolo del equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto. Los lóbulos alargados de las orejas aluden a los grandes pendientes que llevaban los miembros de las clases altas en la India contemporánea a Sakyamuni, y representan los conceptos de grandeza, nobleza y sabiduría. Otros “lakshana” aquí presentes son los pliegues en el cuello que simbolizan la felicidad y el cíngulo que cruza su pecho, que alude a la vinculación de Buda con la comunidad budista.
Figura de Buda caminando; Tailandia, Periodo Sukhothai, siglos XIV-XV. Bronce con restos de policromía sobre peana de madera. Medidas: 63 x 22 x 25 cm; 12 cm (altura peana). Escultura de bulto redondo en bronce, de gran calidad, con restos de la policromía original, procedente de Tailandia, concretamente de la región de Sukhothai, y fechada entre los siglos XIV-XV. Se trata de un Sukhothai Walking Buddha, una tipología de Buda característica del arte tailandés del siglo XIII, correspondiente al periodo Sukhothai, etapa considerada como la edad dorada de la civilización tailandesa, la cual influyó dramáticamente en todos los otros períodos posteriores. La pieza que nos compete puede compararse con la conservada en el British Museum (número de registro: 1947,0514.1). La representación hunde sus raíces en la vida del propio Buda: después de renunciar a su vida temprana como príncipe, Buda pasó el resto de sus años como mendicante, enseñando por todo el norte de la India. Las imágenes tailandesas (a diferencia de lo que ocurrió en otros territorios que se focalizaron en la concepción de Buda como ser divino) presentaron una nueva imagen del Buda caminando entre la gente, enfatizando sus aspectos terrenales. En cuanto a su morfología, cabe mencionar como el estilo de escultura de Sukhothai es muy distintivo, con miembros largos y suaves, de gran corpulencia, una cara ovalada y un modelado suave de la ropa. La influencia de Sri Lanka es clara en la ushnisha en forma de llama que se ve en la cabeza de Buda. Así, nos encontramos frente a la figura de Buda caminando, en posición erguida y realizando un gesto de consuelo (abhayamudra) con su mano derecha. Una gasa pende de su brazo izquierdo y su cuerpo sinuoso está revestido de fina tela, representada con sutiles cincelados, distinguiéndose el cíngulo ceremonial. El peinado en moño es símbolo de meditación, de vida espiritual concentrada y de sabiduría. Encima del tocado, una llama simboliza la luz de la iluminación. Los párpados entornados son símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su similitud con los pétalos del loto, y completan un rostro sereno de sonrisa esbozada, símbolo del equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto. Los lóbulos alargados de las orejas aluden a los grandes pendientes que llevaban los miembros de las clases altas en la India contemporánea a Sakyamuni, y representan los conceptos de grandeza, nobleza y sabiduría. Otros “lakshana” aquí presentes son los pliegues en el cuello que simbolizan la felicidad y el cíngulo que cruza su pecho, que alude a la vinculación de Buda con la comunidad budista.
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