Figura de Buda; Indonesia, Java, siglos VII-X. Bronce, con restos de policromía. Peana de madera, forrada de tela. Medidas: 40 x 13 x 9 cm. (sin peana): 10 cm. alt. peana. Escultura de bulto redondo en bronce, de gran calidad, con restos de la policromía original, procedente de Java y datada entre los siglos VII y X. Representa a Buda en posición erguida y realizando un gesto sagrado o mudra. Una gasa pende de su brazo izquierdo y su cuerpo sinuoso está revestido de fina tela, representada con sutiles cincelados, distinguiéndose el cíngulo ceremonial. El peinado en moño es símbolo de meditación, de vida espiritual concentrada y de sabiduría. Encima del tocado, una llama simboliza la luz de la iluminación. Los párpados entornados son símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su similitud con los pétalos del loto, y completan un rostro sereno de sonrisa esbozada, símbolo del equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto. Los lóbulos alargados de las orejas aluden a los grandes pendientes que llevaban los miembros de las clases altas en la India contemporánea a Sakyamuni, y representan los conceptos de grandeza, nobleza y sabiduría. Otros “lakshana” aquí presentes son los pliegues en el cuello que simbolizan la felicidad y el cíngulo que cruza su pecho, que alude a la vinculación de Buda con la comunidad budista.
Figura de Buda; Indonesia, Java, siglos VII-X. Bronce, con restos de policromía. Peana de madera, forrada de tela. Medidas: 40 x 13 x 9 cm. (sin peana): 10 cm. alt. peana. Escultura de bulto redondo en bronce, de gran calidad, con restos de la policromía original, procedente de Java y datada entre los siglos VII y X. Representa a Buda en posición erguida y realizando un gesto sagrado o mudra. Una gasa pende de su brazo izquierdo y su cuerpo sinuoso está revestido de fina tela, representada con sutiles cincelados, distinguiéndose el cíngulo ceremonial. El peinado en moño es símbolo de meditación, de vida espiritual concentrada y de sabiduría. Encima del tocado, una llama simboliza la luz de la iluminación. Los párpados entornados son símbolo de concentración espiritual y también de pureza, por su similitud con los pétalos del loto, y completan un rostro sereno de sonrisa esbozada, símbolo del equilibrio y la serenidad propios de un ser perfecto. Los lóbulos alargados de las orejas aluden a los grandes pendientes que llevaban los miembros de las clases altas en la India contemporánea a Sakyamuni, y representan los conceptos de grandeza, nobleza y sabiduría. Otros “lakshana” aquí presentes son los pliegues en el cuello que simbolizan la felicidad y el cíngulo que cruza su pecho, que alude a la vinculación de Buda con la comunidad budista.
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