Escuela española del siglo XVII. “La santa Faz”. Óleo sobre cobre. Marco dorado andaluz. Soporte del siglo XIX, ca. 1830. Medidas: 19 x 11 cm; 33 x 29 cm (marco). En esta imagen devocional pintada al óleo sobre cobre se representa la imagen del rostro de Cristo, captado con una cierta serenidad que se aleja en gran medida de la dramatización como huella de la pasión de la pasión de Cristo. Jesús no luce la corona de espinas, y tampoco posee manchas de sangre que demuestren el sufrimiento o el cansancio, sino que mira directamente al espectador con gesto serio y rotundo, pero a la vez sereno y calmado. Se trata de una imagen de Cristo como salvador y redentor. La iconografía de la Santa Faz tiene su origen en el episodio ocurrido durante la Pasión de Cristo, cuando en el camino al Calvario una mujer se quitó su velo para secar con él la cara del Mesías. La imagen del rostro de Jesucristo quedó impresa en el pañuelo de lino, y éste se conservó milagrosamente a través de los siglos, convirtiéndose en objeto de culto. La mujer más tarde sería llamada Verónica, cuya etimología deriva del latín “verum” (verdadero) y el griego “eikon” (imagen). La Santa Faz es una de las reliquias más famosas del cristianismo, descrita por primera vez en 1137.
Escuela española del siglo XVII. “La santa Faz”. Óleo sobre cobre. Marco dorado andaluz. Soporte del siglo XIX, ca. 1830. Medidas: 19 x 11 cm; 33 x 29 cm (marco). En esta imagen devocional pintada al óleo sobre cobre se representa la imagen del rostro de Cristo, captado con una cierta serenidad que se aleja en gran medida de la dramatización como huella de la pasión de la pasión de Cristo. Jesús no luce la corona de espinas, y tampoco posee manchas de sangre que demuestren el sufrimiento o el cansancio, sino que mira directamente al espectador con gesto serio y rotundo, pero a la vez sereno y calmado. Se trata de una imagen de Cristo como salvador y redentor. La iconografía de la Santa Faz tiene su origen en el episodio ocurrido durante la Pasión de Cristo, cuando en el camino al Calvario una mujer se quitó su velo para secar con él la cara del Mesías. La imagen del rostro de Jesucristo quedó impresa en el pañuelo de lino, y éste se conservó milagrosamente a través de los siglos, convirtiéndose en objeto de culto. La mujer más tarde sería llamada Verónica, cuya etimología deriva del latín “verum” (verdadero) y el griego “eikon” (imagen). La Santa Faz es una de las reliquias más famosas del cristianismo, descrita por primera vez en 1137.
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